jueves, 4 de marzo de 2010

Las inundaciones de Buenos Aires


La realidad es que los vecinos y circunstanciales ocupantes de la ciudad
somos convidados de piedra ante un escenario preparado para que se
produzcan esas inundaciones. Los funcionarios y "los emprendedores" inmobiliarios lo vienen preparando desde hace muchos años; los vecinos,
desde entonces, estamos tratando de pararlos.



¿Qué ha sucedido en Bs As en los últimos 50 / 60 años para qué cada vez
sean más graves las consecuencias provocadas por una lluvia copiosa?

Sucedió lo siguiente:

Otra vez la lluvia provocó caos en la ciudad

A) se prolongó, hasta en casi 1.000 m de su lugar original (caso
Arroyo Maldonado), la desembocadura de los cinco arroyos que desaguan
sobre el Estuario del Plata. Los arroyos de llanura, como los que
atraviesan la Ciudad de Bs As, y que entubados han sido convertidos en
pluvioductos, tienen muy poca pendiente y por lo tanto poca velocidad de
escurrimiento. Si alegremente se prolonga su desembocadura con rellenos
sobre la costa, el escurrimiento de las aguas se retarda sensiblemente
(a mayor alejamiento de la costa original, mayor tiempo de desagote de
los conductos). La costa de la Ciudad ha sido rellenada históricamente
en una superficie que casi llega a los 40 Km cuadrados, con la
consecuente prolongación de la desembocadura de los arroyos que
comentábamos anteriormente. Este tipo de tareas continúa en la
actualidad para ejecutar las obras de ampliación del Aeroparque Jorge
Newbery, ejecutadas de facto y fuera de normativa.

La red cloacal está colapsada desde hace más de veinte (20) años y no
existen plantas de tratamiento de efluentes; los conductos de desagote
pluvial que conducen hacia los arroyos entubados, quienes finalmente
desaguan en el estuario, transportan también basura, líquidos cloacales
y efluentes industriales no tratados, ocupando una parte significativa
de su sección útil. Esto hace que no sólo se reduzca la posibilidad de
evacuación rápida de las aguas de lluvia, sino que estos líquidos
altamente contaminantes, descarguen "en crudo" en nuestro ya poluído
estuario.

B) durante el siglo XX se redujo la cantidad de espacios verdes
públicos en más de 50 hectáreas. Esto, además de ser un perjuicio
directo a la población porque se le eliminó la posibilidad de su
disfrute, se constituyó en una sensible pérdida de superficie
absorbente. Al mismo tiempo, “la puesta en valor” de más de cincuenta
(50) plazas porteñas entre 2005 y 2007, resultó en una disminución de
aproximadamente un 30% de su superficie absorbente debido a la
construcción de caminos y veredones de solado rígido que reemplazaron a
los antiguos senderos de granza (dislate que también contribuyó a
aumentar la temperatura ambiente).

En el transcurso de los años 2008 y 2009 la actual administración siguió
impermeabilizando terrenos absorbentes (plazas públicas) en zona
inundable, como son los espacios verdes situados a lo largo de Av
Sarmiento, desde Plaza Italia hasta Av del Libertador.

C) La ley Nº 469 -aprobada en el año 2000- estableció la construcción
de trece (13) playas de estacionamiento subterráneas en diferentes
plazas de la ciudad.

Las leyes Nº 3.057 y Nº 3.058 -aprobadas en 2009- establecieron la libre
construcción según proyecto del contratista, de playas de
estacionamiento subterráneas casi en cualquier lugar de la ciudad:
cuarenta y dos (42) ubicaciones, entre ellas, otras quince (15) plazas.

Esto hace un total de veintiocho (28) plazas a impermeabilizar. La
mayoría están en la zona norte de la ciudad, la más atestada, la que más
se inunda.

Las dos últimas inundaciones de la Ciudad de Buenos Aires (15 y 19 de
febrero de 2010) han puesto en evidencia la gravedad de la situación
creada a través de los años por -entre otras causas- esta sistemática
eliminación de superficies absorbentes que contribuían anteriormente a
contener las lluvias caídas.

D) el auge de la construcción en propiedad horizontal, ya sea entre
medianeras o en edificios de perímetro libre (torres), también eliminó
la existencia de terrenos privados absorbentes; se impermeabilizó la
mayor parte de la entonces superficie absorbente sobre predios privados
con nuevas construcciones. Los códigos indicaban la existencia de un
"pulmón de manzana absorbente"; esta obligación dejó de existir en las
zonas más densamente pobladas y desde hace más de veinte (20) años se
permite construir sobre planta baja en cada parcela, perdiendo así el
pulmón de manzana, su condición permeable.


E) se construyeron edificios en altura indiscriminadamente en casi
toda la ciudad, pero principalmente en las zonas cercanas a la costa
(Puerto Madero, microcentro, Retiro, Recoleta, Palermo, Belgrano,
Núñez). Las fundaciones de los edificios en altura implican excavaciones
de entre 30 y 40 m de profundidad que sobrepasan largamente las dos
primeras napas de agua. Es a través de estas napas, que los terrenos aún
absorbentes acumulan el agua y la envían al estuario. La red de bases de
hormigón construidas constituyen -subterráneamente- un verdadero dique a
la evacuación de las aguas de lluvia, retrasando y muchas veces
impidiendo el escurrimiento.


F) por obra de sucesivas repavimentaciones, el nivel de las calzadas
ha sido elevado ostensiblemente. Las calles de la ciudad estaban
empedradas en un nivel por lo menos 20 cm por debajo de la vereda. Las
sucesivas pavimentaciones y repavimentaciones sobre el adoquinado
original ha invertido esa relación; las calles (salvo las cunetas de
hormigón) han quedado más altas que las veredas, facilitando así la
inundación inmediata de estas. Esta situación está siendo profundizada
aún más en el barrio de Palermo Viejo (donde las inundaciones superan el
metro de agua) al estrechar y elevar las bocacalles de muchas esquinas.


Las inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires son PROvocadas






a) alejamiento de la desembocadura de los arroyos (ahora entubados) por
efecto de la realización de rellenos costeros.

b) reducción de espacios verdes a través del siglo XX.

c) construcción de estacionamientos subterráneos debajo de espacios
verdes públicos (eliminación de absorción).

d) construcción indiscriminada; eliminación del “pulmón de manzana”
absorbente.

e) construcción indiscriminada; torres con fundaciones a 40 m de
profundidad; endicamiento de la napa freática.

f) elevación del nivel de las calzadas por sucesivas repavimentaciones.

g) barreras físicas entre zonas inundables y terrenos absorbentes;
paredones del ferrocarril.

h) construcciones clandestinas sobre terrenos absorbentes: edificios y
playas de estacionamiento en el Hipódromo de Palermo.



Calle Godoy Cruz convertida en un torrente; paredón y edificaciones en
ruinas que la separa de la ex Playa Ferroviaria de Palermo

Buenos Aires se inunda ante cada lluvia copiosa. La ciudad colapsa y
miles de vehículos quedan imposibilitados de seguir su camino, cientos
quedan flotando, las cámaras transformadoras de corriente eléctrica
quedan anuladas, miles de vecinos quedan sin electricidad, hay calles
que se convierten en ríos. La ciudad se paraliza.

Los funcionarios dicen que eso se debe a las maldades de la madre
naturaleza, a que los vecinos sacan la basura fuera de hora o que los
adversarios políticos se dedican a tapar lo sumideros para provocar el
caos. Por su parte, algunos de esos adversarios políticos aventuran que
el oficialismo no ha hecho todas las inversiones necesarias en
infraestructura y que no se ha cumplido con las megaobras proyectadas
para acabar con "el flagelo de las inundaciones".
[inundacin19feb2010010.jpg]

G) existen barreras físicas, que separan zonas inundables de terrenos
absorbentes. Los largos y continuos paredones que rodean los antiguos
predios ferroviarios siguen existiendo, a pesar de que su eliminación
haría desaparecer una barrera física entre el agua de las zonas
inundadas y un gran sector de superficie absorbente.


H) se permitió desarrollar construcciones clandestinas en uno de los
más importantes lugares de absorción de aguas: el Hipódromo Argentino de
Palermo. Con motivo de la construcción de más edificios para alojar
máquinas tragamonedas, se hizo una ampliación no permitida de 10.000 m2
cubiertos con su correspondiente cochera subterránea. Además, se
impermeabilizó un importante sector del centro de la pista con otra
playa de estacionamiento asfaltada.


Todo esto es sabido y reconocido por profesionales y técnicos de diversa
extracción, pero dirigentes políticos y funcionarios aliados a los
“inversores” de siempre, siguen proponiendo megaobras de transporte,
almacenamiento y evacuación de aguas de lluvia (como el peligroso
proyecto de los túneles aliviadores del Maldonado) que significan gastos
extraordinarios -aún con endeudamiento externo- pero sin contemplar la
posibilidad de parar de construir, parar de impermeabilizar y proceder
a ejecutar proyectos vecinales
como son los de generar nuevas tierras
absorbentes en los predios del dominio público del Estado Nacional
dentro de la ciudad (ferroviarios, militares, ex Mercado de Hacienda,
etc., que suman más de 300 hectáreas), construir un lago regulador sobre
la ex playa ferroviaria de Palermo y declarar la emergencia urbano
ambiental (*).

Arq Osvaldo Guerrica Echevarría
01 marzo 10



* ver proyecto de ley presentado en 2007 por iniciativa de APEVU (Asamblea Permanente por los Espacios Verdes Urbanos
(Exp.2395-D-07).

* ver documento Queremos Buenos Aires (07 nov 09)

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